domingo, 11 de noviembre de 2012

Diametro 45cm. Grafito sobre madera



“Territorio es en primer lugar la distancia crítica
 entre dos seres de la misma especie:
marcar sus distancias. Lo mío es sobretodo mi distancia”
Deleuze y Guattari

Mi  reflexión surge a partir  del territorio como  producto de la territorialización. En las ciudades contemporáneas la reja, el muro marcan y delimitan un espacio entendido como propiedad. El  habitante  quiere diferenciarlo y separarlo  del que está al lado.
 El animal marca el territorio con sus olores, su orina, el hombre y por supuesto el de Bogotá lo hace demarcando y señalando con lo visible sea reja, alambre de púas, concertina, que ponen un límite que el otro, no puede ni debe traspasar. Indican posibilidad de herida,  daño físico, impedimento y prohibición, productos del ingenio humano para expresar algún tipo de alerta. 

Estos cuadros de la serie que he titulado Marcar el Territorio muestran algunas concertinas camufladas por plantas, es el  paisaje que nos circunda en las ciudades contemporáneas. Parece que nuestro sueño de libertad, de mirar afuera y gozar del paisaje, queda reemplazado por una naturaleza que esconde las concertinas que representan los temores ante lo que no conocemos, a lo que está afuera y puede ser amenazante. 
María Ximena De Valdenebro

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